Iruñazarra

Este restaurante fue una experiencia deliciosa; quedé encantado con una de las mejores comidas que he probado. Sin embargo, el único inconveniente fue el servicio: nos atendieron de manera muy grosera, nos arrebataban las cosas y nos hablaban de manera poco amable. Es lamentable que un restaurante tan increíble tenga un servicio tan deficiente por parte de los meseros. Por otro lado, la relación calidad-precio de la comida fue excelente; pudimos disfrutar de una gran cantidad de platos deliciosos sin que nuestro presupuesto se viera afectado. En resumen, la experiencia del restaurante fue fantástica, a excepción del servicio.

Largo y estrecho como todos los bares del casco antiguo e igualmente abarrotado de gente. Mejor ir partir de las 21.30, la barra está más despejada. Probamos varios pinchos todos muy ricos. Algunos ganadores de concurso. Se pide en la barra y tiene sillas altas en la pared con una pequeña barra en la que puedes comer. Aunque en horas concurridas deberían limpiarla con más frecuencia.

Nos recomendaron este local y veníamos con las expectativas altas, porque aquí en el norte se come muy bien pero salimos decepcionados. No estaba del todo mala la comida, pero nos faltó ese toque de calidad que andábamos buscando: el txuletón madurado una decepción terrible, no tenía pinta de que tuviera maduración, en la relación calidad-precio no estaba acorde a lo que comimos, eso sí, de cantidad muy bien. El servicio no nos gustó, la camarera un poco arisca, pero al final va en la personalidad de cada persona. Respecto al local, muy chulo.

Comimos el menú de Navidad, muchos platos ricos, se hacía difícil elegir. Muy bien atendidos, el ritmo de servicio muy bueno, además teniendo en cuenta que el comedor estaba lleno, y era un día laboral. Había oído hablar bien del sitio y nuestra experiencia fue muy buena.

Un lugar donde se debe probar los pinchos y el restaurante es estupendo. Lo recomiendo.

Estuvimos cenando un sábado y estaba a tope!! La verdad que es un sitio acogedor y la comida estaba espectacular, pero nos decepcionó un poquito que, dado el precio del menú, tardaran 1 hora en servirnos entre plato y plato… Estaban 2 camareros para el montón de gente que había. Llegamos los primeros en el turno de noche y ya no tenían de una cosa de la carta… volvería a ir porque la comida merece mucho la pena, pero como cliente agradecería que cuidaran estos pequeños detalles. Un puntazo el aperitivo!

La verdad que es un sitio que me esperaba algo más, son muy amables pero el ritmo que tenían para sacar la comida (por lo menos el día que estuvimos ahí) era muy lento… La verdad es que no teníamos prisa ninguna y nos fuimos bastante contentos con la comida en general, la calidad de la comida muy buena, el chuletón estaba perfecto…pero si no tardan 1h en cogerte el menú y 40 min en sacarlo a la mesa mucho mejor.

Visita obligada si vas a Pamplona. Las tapas que elegimos riquísimas…. Unos sabores espectaculares. Un ambiente increíble y el servicio muy bueno. Repetiremos en nuestra siguiente visita.