Caliu Restaurant

Lugar con encanto, trato excelente y comida de 10. Se diferencian de muchos otros restaurantes por su saber hacer, su servicio impecable y la exquisitez de sus platos: todos estaban buenísimos. Para ir en familia, en pareja o con un grupo de amigos. Hemos quedado encantados y repetiremos muchas muchas veces.

Nos encanta degustar la gastronomía en lugares con historia y Caliu es uno de estos restaurantes que cuentan con esta atmósfera que, con mucho cariño, Antonio, el propietario, narra entre plato y plato . La comida excelente, nos sorprendió muchísimo el lomo de bacalao con emulsión de aove y ajetes bronce, la suprema de rodaballo espectacular. Huevos flor a la carbonara, una delicia. También probamos el solomillo con mostaza antigua caramelizada y solomillo con crema de hongos todo cocinado en su punto. Para finalizar los postres , crema catalana caliente y deliciosa tarta de zanahoria. Todo muy recomendable. Repetiremos sin duda.

Hemos estado un par de veces. La primera vez un día entre semana, mesa para dos, servicio bueno, comida excelente, pero algunos detalles como el refresco en lata, los baños poco renovados…pero bueno lo importante es que la comida y el servicio fue bueno. La segunda vez que estuvimos, fuimos con familia, 6 personas, fin de semana, y fue un auténtico desastre el servicio…entre plato y plato un mundo, pedimos ensalada de mango y Pato y fue el 4 plato que pusieron, la cerveza sin alcohol, en lata y no estaba fría, el camarero por accidente puso mal una cerveza que cayó y tuvimos que pedir que cambiaran los platos porque no vino a recogerlos (no cambiaron el mantel,…). La comida estaba buena (como siempre) pero el servicio fue un auténtico desastre, los camareros no daban abasto (solo había 2). Para intentar estar a la altura de la comida, deben pulir muchas cosas…

El sábado fui con mi pareja a cenar y nos encantó, la atención exquisita y el producto cuidado hasta el mínimo detalle, hacía tiempo que no comíamos una carne tan bien elaborada y sabrosa, en cada plato disfrutamos . Gracias deseando volver.

Estuvimos ayer cenando como último día en Torremolinos, y fue un gran acierto. Restaurante con un patio coqueto y agradable. La comida fabulosa, éramos cuatro, 2 adultos y 2 niños. Cada uno pedimos un plato de carne diferente, y a cuál mejor, imposible mejorar el punto de cada carne. Como entrante pedimos unos huevos flor, que decir que están ricos es quedarse corto, un manjar. Aún estando a reventar, probamos uno de los postres que estaba igualmente delicioso. Mi enhorabuena para el/la cociner@. Y finalmente el trato exquisito por parte de los camareros, muy profesionales y trato muy cordial. Si volvemos por la zona, sin duda repetiremos!!!

Excelente restaurante. Llegamos de casualidad ya que era domingo y muchos estaban cerrados. Nos dejamos guiar por sus calificaciones de Google y no fallamos. Excelente la comida. La atención de Manolo espectacular. Este tipo de atención no es fácil de encontrar en malaga. Repetiremos! Las croquetas riquísimas, la pasta muy buena, la carne también (somos argentinos) y el menú de pasos. Recomendado!

Placentera experiencia. Trato exquisito, ambiente agradable y elegante. Los entrantes, deliciosos. Buenas recomendaciones de vino. Lo que más he disfrutado, el solomillo, con un sabor y un textura inolvidables (Es más grande de lo que aparentan las fotos)

ME HAN DEFRAUDADO. Era una visita obligada en nuestras vacaciones, y creo dejará de serlo. La atención era más distante que otras veces. No existía esa familiaridad que encontramos en otras ocasiones. La comida la encontré vulgar, plana, sin ese matiz de exclusividad al que nos tenían acostumbrados. El vino, patético. Nos sirvieron un verdejo del tiempo. No quiero decir como estaba, a punto de ebullición. El postre, por el que pidieron 7€ eran unas natillas de chocolate, con chantillí, impresentables. El detalle de la botellita de orujo final, con gominolas, había quedado suprimida. En fin, una muy mala noche, que no estoy dispuesto a repetir. Por cierto, la opinión de las familias que estaban a nuestro alrededor era idéntica. Es una pena que lugares que tanto habían calado, desaparezcan por una nefasta gestión.