Taberna El Carrer

Hemos ido a almorzar un día entre semana, miércoles, en la terraza había sitio libre y dentro también, por lo que no estaba especialmente lleno el local. Y aclaro esto porque no es entendible que dieran tan mal servicio la camarera y el camarero que atendían en ese momento. Hemos tenido que esperar bastante hasta que nos hemos decidido a preguntar dónde nos podíamos sentar, otra larga espera hasta que nos han preguntado lo que queríamos y después de haber llamado su atención varias veces. Los bocadillos estaban buenos, pero cada vez que hemos necesitado algo ( un cuchillo, otra cerveza) hemos tenido que perseguir a los camareros para que, por lo menos, nos mirarán y nos hicieran caso. Los cremaets que hemos pedido eran bastante mejorables. Incluso para pagar hemos tenido que ir a la barra después de un buen rato esperando. En resumen, la cocina bien, pero el servicio nefasto, no es de recibo que nos miren como si nos hicieran un favor cuando llamamos su atención o pedimos algo. Yo no discuto su precio, pero pido un servicio que tienen que dar, se dedican a eso, a trabajar con personas.

El sitio está de moda, prueba de ello tremenda cola para pillar sitio, hemos ido un sábado y algo más de media hora de espera, algo lógico si ha cogido fama, no hay problema con ello. Los bocadillos estaban bastante buenos, el de rabo de toro que creía que no, me ha encantado. El de solomillo con crema de setas también estaba bueno pero me gustó más el otro, las bravas también aprobadas. Lo siguiente que escribo es una crítica constructiva, de hecho volveremos y probaremos otros. No es que el servicio haya sido malo, ya digo que todos muy amables, pero no puede ser que nos sentemos , se sienten 3 mesas después de nosotros y cuando nos toman nota al fin, las anteriores estuviesen ya con el bocadillo acabado, y no teníamos olivas y cacaos pese a pedir. El sitio está guay. El precio pues 10 y poco poco cabeza nos salió con dos cafés.

Llego a comer y me ubican en una mesa alta de pie (al menos había una mesa pequeña que no se ocupó y no me lo ofrecieron). Hasta que me toman nota pasa un buen rato, el mismo camarero es el que viene a hacerlo y le pido puchero valenciano y una copa de vino tinto de la casa. Otro buen rato de espera y ni siquiera me pusieron la copa de vino antes. Llega la comida: tanto la sopa como la mezcla de legumbres y carnes está muy rica. No pido postre y si un cortado (café también muy bueno). Por lo menos no me resultó caro (15,90€) aunque con una atención tan deficiente y una descoordinación tan grande entre el personal va a ser complicado que vuelva a comer. En cambio, a almorzar he venido tres veces y siempre muy bien (no fue este caso , una pena).

Fuimos a almorzar, a primera hora estábamos en la puerta para entrar los primeros ya que no hacen reserva, a destacar los bocadillos buenísimos y con variedad donde elegir, el de rabo de toro es espectacular. La pega que puedo ponerle al sitio es el servicio, no se si por las fechas próximas a fin de año o por que, pero la atención de los camareros fue escasa y un poco ruda, uno de los bocadillos nos lo sirvieron completamente frio, y los platos de cacaos y aceitunas escasos para la gente que éramos. Tampoco habia cremaet, una lastima. Si mejoran el servicio podría ser fácilmente uno de los mejores almuerzos de Valencia.

Tenían opción de menú pero en mi caso opté por la carta. La comida estuvo bien. Me faltó un poco de cercanía en el trato, la atención me resultó un tanto seca aunque todos podemos tener un mal día. La croqueta y el buñuelo buenísimos. El figatell estaba bueno pero me pareció que tenía demasiadas cosas enmascarando el figatell, producto que por sí solo ya tiene mucho sabor (simple apreciación personal). Demasiadas salsas, demasiada cebolla crujiente y sobre todo demasiado pan (lo presentan como rollo perrito caliente)

Tapeo excepcional en la Taberna El Carrer Nos hemos acercado a comer a este local que cuenta con un solete Repsol, distintivo que ofrece la Guía Repsol a locales de comida qué se diferencian por su esencia auténtica. Y como me gusta hacer los deberes, he visitado su perfil de Instagram y las reseñas de otros usuarios para ver qué tal es el local y conocer cuáles son sus tapas mejor valoradas.

Teníamos reserva a las 14h, hora a la que abren cocina, pero como hemos llegado un poco antes hemos pensado en hacer tiempo degustando una 1906 bien fría. Unos pocos minutos antes abrir cocina se ha acercado el camarero para tomarnos nota.

Te cuento qué hemos pedido y cuál es mi valoración de los platos: - 3 croquetas de puchero valenciano: Muy buenas, melosas por dentro, crujientes por fuera y con todo el sabor del puchero de toda la vida. Sin lugar a dudas muy recomendables. - 3 croquetas de rabo de toro: Excepcionales, aptas para los amantes de los sabores intensos. No puedes irte del local sin probarlas. - Ensaladilla rusa: En este plato ha habido disparidad de opiniones. Mi mujer y mi hijo la han encontrado demasiado ácida por los encurtidos que lleva, así que el resto de sabores les han pasado desapercibidos. A mí me ha gustado, aunque debo reconocer que no es la mejor ensaladilla que he comido. - Paquito: Pan al estilo Tim Ho Han relleno de cordero cocinado a baja temperatura con miso, kimchi de hinojo, queso curado y pesto de cilantro y una base de Titania que quita el hipo. Tienes que probarlo. - Rabo de toro con patatas fritas: El plato estrella de la velada. Imagínate un rabo de toro desmenuzado acompañado de tartufo, foie, boletus y patatas fritas. Pues añádele una yema de huevo y trufa rallada. Un espectáculo. - Calamares: Calamares rebozados con harina de garbanzo y una fina mayonesa de anchoa. Muy ricos. - Hot dog de figatell a la brasa. Una vuelta de tuerca de este plato tan valenciano. Imagínate si he disfrutado de la comida que se me ha olvidado hacer fotos de todos los platos.

A todo lo que hemos comido, añade 4 dobles de cerveza, una botella de agua y 2 cafés. El precio de la comida 88€ En definitiva: Un local donde se come muy bien a muy buen precio y que te recomiendo 100%.

Muy bien. Lo cierto es que la parte gastronómica la disfruté. Espectaculares las croquetas y la ensaladilla. Los postres sobresalientes también. También me gustó la ambientación, sencilla pero agradable. Los camareros rápidos y atentos. Volveré e intentaré que sea en el otro salón que tienen. Recomendado

Me encanto esta pequeña taberna en valencia lo descubrí de casualidad y cada vez que vuelva a valencia volveré a visitarlo. Pedimos unos entrantes de croquetas de jamón con trufa y otras de puchero una pasada las dos, también probamos unos buñuelos de bacalao muy ricos también… y por último probamos creo que su plato estrella rabo de toro con patatas fritas y trufa súper rico lo recomiendo si vas no te quedes sin probarlo el sabor a trufa ni se nota casi…