El Peso

Decepcionada. Hace unos años estuvimos y fue fantástico. Hoy hemos vuelto pensando en repetir aquella experiencia y para nada. Empezando por el mantel y servilletas de papel y siguiendo con que te sirven con el menú una copa de vino por persona y no botella por pareja, las raciones medianas y el entrecot era un filete sin más. Muy mal, no repetiré y por supuesto no lo recomendaré.

Fuimos a comer con la famila en septiembre y la verdad que la experiencia fué muy buena. Tienen un menú con mucha variedad y para todo tipo de paladares. La Atención del personal fué en todo momento muy agradable y atenta. Me gustó mucho las chuletillas de cordero. Estaban espectaculares.

Un buen mesón muy cerca de la plaza Mayor. Como fue un fin de semana gastronómico, esta cena nos salimos de lo más típico de Valladolid (el lechazo lo dejamos para la comida siguiente). No hubo queja, para ser cinco y aparecer sin reserva un viernes. Buenas zamburiñas y buen Ribera del Duero.

Un jueves a la tarde buscaba un lugar céntrico en Valladolid para comer el sábado. En los tres primeros estaba completo y en el cuarto, este, conseguí mesa. Suelo mirar las referencias antes pero en este caso lo hice después. Concluí que con esas malas referencias, normal que hubiera hueco. Fui esperando recibir todo lo que había leído pero me he sorprendido: o Chicote ha pasado por aquí, o han cambiado de dueños o alguien trampea. Me han atendido rápido y bien. La camarera muy organizada, amable y atenta. Enseguida me han traído la bebida con unas aceitunas. El rabo de toro muy rico. Para mí, se merecen está puntuación máxima.

El sitio chulo, atención rápida, menú variado y bueno, pero las raciones muy pobres para los 21,50 euros que cuesta el menú. Hacía tiempo que no iba pero me ha sorprendido para mal

Menú del día de 10 por 18,5€ entre semana. Comí con mi pareja pisto manchego, arroz con pollo, carrilleras, chuletillas de cordero, tarta de queso y Brownie. Entra 1 bebida y postre. Todo súper rico, salón de arriba acogedor ambientado con música de fondo y camarera simpática y profesional llevando los tiempos coordinada con la cocina. No merece la puntuación de 3,9 que tenía cuando fuimos, por lo menos en la parte del menú si siempre están tan acertados como hoy.

Sábado por la noche, absolutamente todo lleno y por casualidad acabamos en este local que no conocíamos. Buen trato desde el principio, alguna mesa disponible para poder sentarse y disfrutar de una cena agradable. Por la nota que le daban no teníamos unas expectativas muy altas pero quedamos gratamente sorprendidos para bien. Carta variada y con opciones diferentes e interesantes respecto a los platos. La idea de poder pedir raciones o medias raciones me parece genial para poder probar más cosas. Todo lo que tomamos buenísimo. Ambos tipos de croquetas espectaculares, los chipirones increíbles y las zamburiñas muy distintas y muy buenas. Cenamos de maravilla con todo lo que quisimos y productos que no son baratos por 34€ dos personas. Una maravilla. Super recomendable.

Bar restaurante junto a la plaza Mayor de Valladolid (ubicación buenísima). Entramos porque nos llama la atención el menú que se ve en papel en las paredes del restaurante, siendo sábado y por el previo que indica parece un "chollo". Así que entramos y pedimos mesa (no hay mucha gente, la verdad. Diría que el local es de reciente apertura). No sientan en una mesa (algo pequeña para mí gusto) en la planta baja, a pesar de que hay un cartel que indica que el comedor está en la primera planta. Curiosamente, el menú que nos ofrecen es de 17,50€ y no de 21€ como reza en el exterior. Veremos al final cuánto nos cobran. El menú tiene 6 primeros y 6 segundos. Bien variados, para todos los gustos. Sólo por retar al local, pido la tortilla de bacalao estilo sidrería, advirtiendo que voy a ser exigente con el plato. Resultado: siendo Valladolid, la tortilla resulta muy excelente. No es una tortilla exactamente como se haría en una sidrería de Gipuzkoa, pero es muy aproximada, 9/10. El local se va llenando (ciertamente hemos venido algo temprano para las horas a las que se suele comer por aquí). De segundo pido el arroz de boletus y chipirones que, ciertamente, está muy bueno. Recuerda a un arroz a la zamorana, pero con boletus y chipirones, muy interesante. En la mesa también se piden chuletillas de cordero y también están ricas (quizá poco hechas, pero buenas, frescas y sabrosas). Pido la tarta de queso pq es es único postre casero. No es la tarta de La Viña de Donosti (ni de lejos ), pero se deja comer. El tiramisú y el yogur con frutos del bosque también están buenos. Finalmente el precio es 21,50€ (como rezaba en la entrada). En general, una buena opción en el centro de Valladolid.