Sagartoki

Merece la pena acercarse, aunque parece que cada vez reducen más el tamaño de las raciones que ofrecen. Las tortillas son espectaculares. Y el huevo en el hojaldre sorprende. Buen ambiente y decoración. Los camareros un tanto secos, podrían sonreír algo más. Una referencia que no debieran echar abajo.

Le quitó 1 estrella por presentar la cuenta sin haber traído 1 de los 2 postres y a 10 minutos de ser las 23h (hora de fin de "turno"). Al explicarlo, que me pusiera tranquilo. El resto de servicio, sin problema alguno.

Nos lo recomendaron en el hotel y nos encanto. Fuimos sin reserva para cenar y nos pusieron en la barra y muy bien. Tienen de todo. Pedimos pinchos de la barra y luego de la carta. Nos gustó todo mucho pero faltaba un poco de sabor en las croquetas y en la mini tortilla de morcilla. Los hongos y la presa estaban exquisitos. Volvería, los camareros muy atentos y el sitio muy bonito decorado con chuletones y botellas de vinos

El local espectacular! Un sitio muy moderno con musica en directo. La musica estaba algo alta, nos costaba escucharnos entre nosotros. La comida estaba rica, sobre todo el nigiri de remolacha, lo que si, la cantidad de los platos nos pareció algo escasa quitando el de la carne. El precio algo elevado para la cantidad de las raciones y los postres ricos pero nada del otro mundo. Como experiencia gastronómica os recomiendo ir aunque sea una vez. Eso si, el local es grande y hay varias camareras, puede que te toque esperar a que te atiendan más que en otros sitios, como nos paso a nosotros.

El trato fue muy bueno, pero la comida en un lugar con tan buena reseña y tantas visitas no estuvo a la altura. Pedimos una ensalada de ventresca que era enana para una persona y éramos dos… y el chuletón de 1,2kg era de juguete… mal sabor y mucho desperdicio… la grasa ni se podía comer… y si es carne de buena calidad la grasa es mantequilla, y se puede comer también sin problema. No repetiremos ni de broma. El local estaba muy bonito. El pan excelente. Una pena la calidad y la poca cantidad de la comida para los precios tan elevados. 122 euros de factura con dos postres que eran enanos y salimos con hambre. Lamentable nos sentimos estafados. Me da igual pagar incluso más… pero que la calidad sea acorde a lo pagado.

Bonito restaurante cerca.del centro de Vitoria, situado junto a la nueva catedral. Local grande y moderno y cocina también moderna. Suele haber mucha gente pero hay muchos camareros y te atienden rápido. En la zona de dentro está el comedor que es espectacular, grande y moderno. Estuvimos dos días tomando tapas y un tercero comiendo el menú de chuletón y muy bien las 3 veces. La comida es de calidad y el servicio es bueno. A destacar: la tapa de huevo con bacón y la de huevo con chistorra, la tortilla de patatas, el rulo de anchoa y el de salmón, la chistorra, la cecina, las anchoas de Santoña, los pimientos rojos y el chuletón a la brasa.

El sitio es muy chulo y muy grande pero hay que reservar, porque hay mucha gente. Fuimos a cenar y nos pedimos la mini tortilla de patatas con cebolla, un pincho de huevo frito con trufa, ensalada de tomate, bonito y pimientos, steak tartar y de postre helado de chocolate. Muy bueno todo, el pincho, a pesar de ser enano, estaba espectacular y muy curioso. El servicio lento y un poco secos, y en el local había mucho ambiente, había un dj pinchando música. Eso sí, el sitio es caro, unos 40 euros por cabeza.

Bar-restaurante para comer o tomar algo sentado, con una carta extensa y con producto de calidad. Nos sentamos en la barra, muy cómodo y visualmente muy chulo. Pedimos una tortilla con cebolla y salsa de trufa y mostaza, además de un pintxo de huevo y txistorra (en realidad es un cuadradito de masa frito con una yema y esencia de txistorra en el interior, que explota en el interior de tu boca... una delicia). Muy recomendable.