Anhelo Restaurante

Es la segunda vez que visito Anhelo, en ambas ocasiones con el menú Pasado, Presente y Futuro, el primer día para comer y el segundo para cenar, y en ambas, cada plato ha sido diferente al anterior, con sabores fusionados en un mismo plato que nunca pensarías que podrían llegar a potenciarse mutuamente pero de forma sencilla, con producto de calidad y sin excentricidades, lo que hace que podamos disfrutar todas las personas que asistimos independientemente de nuestros gustos. Igualmente, antes de asistir, te preguntan si alguien no quiere o puede comer de algo concretamente y te adaptan los platos de forma perfecta. El local es sencillo, tranquilo. bonito y con una música que acompaña y completa la experiencia junto con la amabilidad y profesionalidad del personal que sobretodo en esta segunda ocasión, fueron encantadores. Tienen una carta de vino muy amplia y a muy buen precio, difícil de encontrar hoy en día. Mi plato preferido en ambas ocasiones ha sido el guiso de calamar, y eso que eran completamente diferentes, en la primera ocasión en su tinta, acompañado de alcachofas y está segunda vez con una bechamel y una espuma, pero la base del guiso es un espectáculo. Se elija el menú que se elija sí o sí hay que pedir el pan bicolor, hecho de masa madre de dos harinas una de ellos de algarrobo, y bañado en aceite picual, un sueño de pan. Para finalizar, el postre lo acompañan de una mistela casera, fresquita, suave y afrutada, que en esta segunda vez, nos la sacaron con un prepostre de fresas y helado que me pareció la combinación perfecta, junto al helado de kéfir del postre. Es una experiencia única a un precio único, seguiré probando sus creaciones, la siguiente vez en su nuevo local que pronto visitaré y en el que deseo que tengan mucho éxito pero mantengan su esencia, aue al fin y al cabo, es lo que los hace únicos. ENHORABUENA ☀️

Espectacular experiencia. Pedimos el menú de Pasado Presente y futuro. Algunos platos como el ganache de garrafón o el guiso de calamares nos parecieron exquisitos. El resto de platos buenos de sabor y presentacion muy trabajada. Se nota que hay mucho trabajo detrás. El postre de caramelo salado estaba surrealista de bueno también. La pasión con la que explican los platos y que se molesten por conocer tu opinión en cada pase, nos ha hecho sentir parte del proyecto. Fuimos a cenar y nos quedamos perfectos de llenos con las cantidades servidas. Vale mucho la pena, volvermos.

Nos pareció un sitio diferente a todo lo que hay en Castellón, todo superelaborado, buen servido y platos bien explicados. Está todo bastante bueno, he dudado entre el 4 o el 5 pero la pasión que ponen en lo que hacen me ha decantado al 5. Hay 3 menús, 30€, 40€ y 75€, bebidas aparte, nosotros pedimos el de 40€ y estuvo muy bien, si os gusta el pan recomendamos pedirlo porque es espectacular. El precio es acorde al trabajo y la calidad de la materia prima que emplean. Muy buena elección para un día especial.

Hemos ido hoy por primera vez y ha sido a comer el menú de ruta de sabor de otoño. Todo muy bueno y con mucho sabor. El pan de masa madre y bañado en aceite de Alcalá espectacular. Dos aperitivos,dos entrantes,dos principales y un postre.

Excelente comida que pronto obtendrá su estrella, un problema de fontanería me impide ponerle un 5. Gran atención y simpatía de su personal.

Hemos ido a comer hoy mi prometida y yo. La comida exquisita, elaborada al momento y a la vista del comensal, con productos de cercanía y mucho mimo. El servicio atento y discreto, y el ambiente muy íntimo y acogedor. Adrián es un gran chef que se preocupa por dar lo mejor de sí mismo y en su comida, sin duda, es un referente de la alta cocina en Castellón.

Tomamos el menú degustación y fue toda una experiencia. Productos de siempre cocinados de forma original. Algunos platos deliciosos y otros que aún pueden mejorar. El pan es maravilloso, no dejes de pedirlo

Excelente. Admito que no suelo frecuentar restaurantes de este nivel, ni suelo pedir "menús degustación", pero la experiencia fue de 10. Incluso platos con ingredientes que no suelen ser de mi gusto me sorprendieron. No te vayas sin probar el plato de alfarrobas!