Bar Erkiaga

Pinchos muy ricos, buenos y abundantes. El personal fue muy amable y rápido al atendernos y es permitida la entrada de mascotas!!! Un punto muy favorable hacia ellos por eso. Además estaba casi en el centro de Vitoria, al lado de la Iglesia de San Pedro Apostol, y con zona de terraza. Volveremos!!

Lo encontré de casualidad mientras visitaba la ciudad. Hice un menú al mediodía y me gustó muchísimo. Felicito a la cocinera, la comida estaba riquísima y a la persona de la barra también muy amable.

Pinchos variados y gran servicio. Tiene algunos premiados en los distintos concursos que se hacen en la ciudad pero OJO que a partir de las 21:30 ya no los puedes pedir. A esa hora ya solo lo que hay en barra y raciones. Un gran fallo.

En nuestra opinión, un imprescindible de Vitoria que vamos a recomendar a toda la gente que venga por aquí. El nivel de pinchos es alto y la ubicación, ambiente y servicios perfectos.

Lugar casero, con una calidad y una cantidad insuperable, altamente recomendable,.cocina super sabrosa, rica y casera.... gracias

Comimos un menú del día riquísimo y muy bien de precio. Conviene reservar porque es pequeño. Para repetir.

Pedimos menú, todo variado para probar de todo y en general la sensación fue de que le faltaba algo de sabor a todo. No estaba malo pero soso de gusto. El ramen muy aguado y sin mucho sabor, la ensalada muy aceitosa, el codillo bastan rico ( de lo mejor), el pescado bastante normal. El flan estaba bueno, pero nasa especial y la tarta de zanaoria, normal. En general justo, para nuestro gusto

En pleno casco viejo. Los rollitos de txipis y txangurro buenísimos y el otro pintxo que cogimos con una salsa de hongos riquísima. El camarero nos dijo que el relleno era de langostinos, y eran gambitas pequeñitas pero aún así muy bueno.. El pero se lo llevan las croquetas, que tenían muy buena pinta pero nuestra sospresa fue que no las hacen al momento. Estaban ya hechas, calentón de microondas y listo. Una pena porque de sabor estaba buenas, pero blandas, blandísimas sin ese crujientito de una croqueta recién hecha, nosotros que somos súper croqueteros. La atención perfecta y estuvimos un rato muy agusto en su terraza.