CAFETERÍA GAICO

El Gaico es un clásico de Bilbao, de toda la vida. Un buen sitio para desayunar , comer o tomar unos pinchos en cualquier momento. Los dulces torrijas , rosquillas, tortitas, bizcochos … exquisitos. El espacio tranquilo , amplio y cómodo. El personal amable. Aparcamiento de pago cerca.

Buena ubicación. Comedor, principal interior. Decorados e iluminación aceptables. Tal vez el mobiliario actual en la zona de bancos éstos están muy pegados a la mesa y además son bajos respecto a ella. Quizás su diseño era para uso de cafetería y de ahí su posición para permanecer tiempo sentado en posición de descanso. La variedad de platos es buena así como su preparación. Pedir el menú completo o bien los tres platos individuales puedes tener dificultades para terminarlos, por su abundante cantidad. Precios aceptables. Correcta atención de profesionales.

La atención del camarero regular, no nos explicó que desayunos tenían y nos puso caras cuando le preguntamos. Después el precio muy caro!!

Fuimos a este bar por un artículo que leí en periòdico El Correo. Lo describía como un clàsico de Bilbao y por curiosidad y por cambiar de zona, quisimos conocerlo. La experiencia fuè decepcionante. Tomamos dos cañas y nos sacaron un minicuenco de cacahuetes. Cacahuetes blandos!. Pedimos un sandwich . Estaba gomoso y seco y para remate nos encontramos con un trozo de nanas, el conocido estropajo de aluminio!. Los camareros, por otro lado, con un semblante entre serios y aburridos. No volveremos, Gracias por leer el comentario que hice hace 4 meses. Deben haberse confundido de cliente con nanas en el sandwich por que a nosotros nadie nos ofreciò nada, ni nos pidiò disculpas, por la sencilla razòn de que no dijimos absolutamente nada.

La comida estaba bien pero tengo que, decir que nos cobraron 30€ por un Verdejo y me mosqueę, pero decidí llamar y preguntar. La respuesta fue inmediata, se habían equivocado. Se disculparon y me abonaron la diferencia. Gracias, de verdad, rectificar cuando hay una equivocación es lo mejor y la respuesta de la encargada rápida y eficiente. Habrá que volver.

Malísimo servicio. Los camareros no responden, son desagradables. Media hora después de pedir un zumo natural (mis acompañantes ya tenían su bebida), he preguntado por él y no estaba hecho. Han ido a hacerlo. La mesa de al lado se ha ido al ver cómo servían antes a otras que habían llegado más tarde, y nosotros también. Hemos cancelado el pedido de comida, que no llegaba después de cuarenta minutos (eran dos tortitas). No éramos los únicos, y tampoco la primera vez (ahora sí que no volveremos). Muy mala experiencia.

UN ROBO! COCA COLA 3,35 € ( de las pequeñas y te sirven un hielo pequeño) CAFÉ CON LECHE: 2,05 € Pedimos también unos churros y se le olvidó traerlos, los volvimos a reclamar y al camarero se le volvió a olvidar, total que nos fuimos sin probar los churros. Y ni si quiera una disculpa. Servicio pésimo.

Cafetería elegante con buenos desayunos y una amplia barra de pintxos muy ricos. Yo comí un pequeño bocadillo de bonito del norte con mayonesa y alegria riojana que estaba de miedo. Sencillo pero delicioso. El local es amplio aunque si hay obra de teatro en el cercano campos elíseos se puede quedar hasta pequeño de la cantidad de gente que se puede llegar a juntar allí dentro. Siempre es una buena opción si estás esperando a entrar a ver una función.