Corinto Gastrolounge

Bonito restaurante en el corazón de Valladolid. La carta muy acertada y está todo exquisito. Fui con mi pareja y lo recomendamos mucho

Un lugar encantador, decoración acogedora y rincones para pasar desapercibido. En nuestro caso, unas hamburguesas exquisitas concretamente la “Angus”se sitúa en lo mejor que probé en esta categoría. Otra exquisitez, las croquetas de jamón.

La comida muy rica y los camareros muy bien. Comimos las croquetas y la sartén se gambas, muy ricas ambas cosas. El tartar de atún muy normal. Para mí gusto la zona de comedor está demasiado llena porque también tiene barra. Nuestra mesa era muy incómoda, estaba constantemente gente pasando

Local moderno y agradable con dos barras, una en la planta de abajo, pequeña para algo rápido y otra en la primera planta amplia y con zona de mesas. Tome unís cañones muy bien tirados y comí un pincho de tortilla, bastante bueno, Dios croquetas de cecina, espectaculares y medio sándwich de pollo asado que no me gustó nada, estaba soso y las especias utilizadas, a mi parecer, no casaban. Buen género pero un pelín carente. El personas muy atento, simpático y amable.

He ido a cenar con mi familia, y hacía mucho tiempo que no comía tan mal. He salido y he vomitado literalmente de lo mal que me ha sentado todo. La comida no tiene nada de mérito, venía fría y la carne creo que ni la han pasado por la plancha… Hemos tenido que levantarnos a pedirles las cosas porque no venía nadie a preocuparse, entre entrante y entrante 20 minutos y para las hamburguesas otra media hora, que venían frías y sin hacer. Atención de pena, que menos que preocuparse por todo bien? Necesitáis algo? Cada X tiempo o cuando venga la comida. No lo recomiendo para nada, mal servicio, comida sin mérito. Y las hamburguesas que tengan un premio, es de traca!!!

Si eres fan de las croquetas crujientes por fuera y suaves por dentro este es tu sitio, diferentes sabores: jamón, boletus, chipirón... Buena oferta de vinos por copa, servidos en copa grande como nos gusta a los amantes de este placer y a temperatura adecuada. El lugar tiene mucho encanto y comer o cenar es un acierto asegurado.

FATAL. Caro, con algunas cosas de mala calidad y lentísimos en servir. Pedimos unos boquerones para picar y de platos principales un tartar de atún, unas alcachofas con jamón y 3 hamburguesas. Para empezar, tardaron más de 1.5 horas en traer la comida. Los boquerones no estaban mal pero no sabían a nada. Las alcachofas eran de bote, el tartar de atún era picadillo de atún de mala calidad (ver foto) y las hamburguesas, que las habíamos pedido con distintos puntos de cocción, vinieron todas absolutamente crudas. Pedimos que pasaran más algunas de las hamburguesas, y lo que hicieron es meterlas enteras en el horno. Cuando las trajeron otra vez el pan estaba como una piedra y la lechuga seca de haber estado en el horno, y la carne seguía cruda (ya que era muy gruesa). La razón por la que pongo 2 estrellas y no 1 es porque me quejé de la situación y nos quitaron de la cuenta las 3 hamburguesas, que admitieron que no habían hecho como habíamos pedido. Pero aún así pagamos 82 € y nos fuimos básicamente sin comer después de horas de espera.

Uno de los restaurantes más destacados en el corazón de Valladolid ha sido nuestra elección nocturna. No solo nos impresionó la calidad de la comida, sino también la hospitalidad del personal. Tanto el bar de la planta baja como el personal del restaurante se destacaron por su amabilidad y profesionalismo. El restaurante se encuentra en una ubicación única, accesible tras subir una escalera desde la entrada, y su decoración original nos encantó. Está estratégicamente ubicado en una de las calles más céntricas de la ciudad, lo que facilita el acceso a la Plaza Mayor y otros puntos de interés. La comida es excepcional, la carne era de muy buen calidad.