El Tizón

Espectacular. No hay palabras. Nos encontramos con un correcalles maravilloso y nos aconsejo no bien muy bien. Muchas gracias por el trato la comida y el buen equipo. No puntuó solo digo que no os lo perdáis. Gracias familia.

Clásico ovetense en el que no había comido nunca y que ayer tuve el placer de visitar. Comedor amplio, acogedor, bien decorado y con muy buen servicio. Carta extensa y variada en la que es imposible no encontrar algo apetecible. De entre todo nos decidimos por unas croquetas de bacalao, bien rellenas y sabrosas. De segundo paletilla, de las mejores que hemos probado, tanto por sabor como por textura, calamares en tinta, riquísimos y la mar de tiernos y escalopines rellenos de afuega'l pitu y compota de manzana. He de decir que si bien los escalopines se podían comer por ser una carne muy tierna, no me acaban de convencer en rollito, a pesar de llevar bastante queso, porque no conseguí apreciar bien la integración de los sabores, pero lo dicho, estaban bien. En cuanto a los postres, el clásico peñasanta para los paladares más dulces, tarta tres chocolates y un delicado biscuit de higos. En definitiva, y como leí en otro comentario, un templo del buen comer al que volveremos para degustar alguna que otra de sus especialidades.

El tizón siempre es un acierto!!!!! Siempre suelen tener mesa libre si no has efectuado reserva, aunque es recomendable hacerla, sino te tocará esperar un poco. Local con decoración agradable y con bastante gente. Pinchos variado, menú del día rico a muy buenos precios. Espectacular sus tortillas. Persona de sala atento y amable. Se nota que son profesionales de la hostelería. Sirve rápido y no se eterniza uno en la mesa a a pesar de que el local esté lleno!!!!!

Fui cliente del Tizón durante años. Su comida era de excelente calidad, si bien su servicio era progresivamente deficiente, razón por la cual dejé de acudir. En la tarde del pasado sábado volví de nuevo. La amplia barra estaba casi vacía. Un elevado número de camareros, la mayoría nuevos con respecto a los que recordaba de hace años, se movían por allí sin un motivo evidente. Me senté en el extremo de la barra cerca del espacio reservado para los camareros. Durante casi un cuarto de hora esperé a que alguno de ellos se dirigiese a mi. En vano. A pesar de mis intentos por llamar su atención ninguno de ellos hizo lo que es esperable de su oficio. Convencido de que es el peor servicio que se puede padecer de todos los locales de hostelería de la ciudad, me fui a otro sitio. Por supuesto, no volveré. Es sorprendente que El Tizón aún permanezca abierto.

Nada que ver lo que era… ni su bacalao ni el resto de comida. Las croquetas de bacalao nada nada buenas, el bacalao insípido, unos escalopines sin rebozar con salsa cabrales cortada y con un sabor que no nos cuadraba con cabrales…. Claramente no repetiremos. Por decir algo bueno, aunque es difícil, el pinchin de tortilla que nos pusieron mientras esperábamos estaba muy rico. Y el postre de milhojas que claramente es de confitería Asturias también. (Aunque por ese precio voy a la confitería y me lo compro que está alao…) Mencionar el servicio que en todo momento fueron muy amables y simpáticos…. Es una pena que la comida no esté a la altura. (Mirando ahora mismo las fotografías de otras reseñas veo una de unos escalopines que nada tenían que ver con los que nos sirvieron… de hace 3 meses y con muy buena valoración por lo que claramente aquí algo pasó…. Una pena)

Camareros estresados que hacen la velada poco agradable. Raciones escasas. Local mal insonorizado, no escuchas a tus compañeros de mesa. "Especialistas" en bacalao que no saben ni lo que es un pil pil, ver foto adjunta, era simple aceite, y sin acompañamiento ni una triste patata cocida. Éramos 4 y todos salimos con hambre

He comido muchas veces aquí por trabajo y me encanta, el menú del día entre semana tienen 2 platos de entrada a elegir, 2 segundos platos a elegir y un postre. El café va a parte. La comida podríamos decir que es la típica de casa, en resumen muy rica y buenas cantidades. Los camareros muy atentos y educados. El menú del día son 16€, al menos durante la semana. Los baños, al menos el de los hombres está muy limpio, siempre hay papel y jabón para lavarse las manos. Sitio totalmente recomendado para comer en pleno centro de Oviedo a un precio razonable con comida casera buena.

En pleno centro de Oviedo se encuentra el restaurante El Tizón, uno de los más veteranos de la ciudad, cuyos madrugadores dueños dan de desayunar a decenas de ovetenses y visitantes desde las 8 de la mañana. Nada más entrar, al principio de la barra, nos esperan sus ricas y afamadas tortillas de patata con rellenos variados: cebolla, bacalao, chorizo, espinacas... Tienen lo que le exigimos a una tortilla: la patata frita y los huevos de verdad. El resultado son unas tortillas bastante jugosas.