Flamma

Flamma (Valladolid): Muy buena cocina. Increíble la combinación de las alcachofas con la salsa y rico el sazonado afrodisiaco del pollo. Una pena que manchase la experiencia el gesto del servicio de retirar el primer plato sin preguntar y a gran velocidad, cuando todavía estás comiendo, porque ya tienen la carne hecha.

Restaurante no demasiado grande con una terraza adaptada con lámparas de calor para poder tomar cualquier consumición. Recomendable reservar, especialmente los fines de semana, ya que no es demasiado grande. Muy buen servicio y decoración muy cuidada. Parking privado de pago en las inmediaciones. Precio quizás un poco elevado, pero dentro de lo normal para este tipo de establecimientos (Salvo en las bebidas que es donde se encarece con creces). Entrantes bastante buenos, segundos más escasos y lo mejor los postres (tarta de queso espectacular).

Cien por cien recomendable, Valladolid necesitaba sitios así y en pleno centro!! En orden de preferencia: 1. Bikini a la brasa de queso trufado y cabeza de jabalí 2. Presa marinada con portobellos laminados 3. Canelón de rabo guisado con bechamel de boletus 4. Niketa de pato a las 5 especias chinas y su pechuga ahumada +100 Trampantojo de maracuyá (dejad hueco para el postre para poder probar esta delicia) Volveremos a probar más platos y repetir alguno que otro Si la comida nos ha sorprendido, la atención del personal también es para destacar, en especial Dilyan! También señalar la rapidez del servicio Por poner una pega… quizás el precio de la bebida está un pelín elevado…

Es un local muy agradable y muy bien decorado. Además dispone de una terraza climatizada con unas sillas muy cómodas y con estufas que hacen que el lugar sea muy confortable. Tomamos uno huevos rotos con gambas al ajillo y unas patatas brabas. Todo estaba muy rico.

Muy recomendable, estaba todo muy bueno, y a destacar la variedad de postres. Nos dejamos aconsejar en todo momento en la comida y bebida y mereció la pena; Valladolid necesitaba un sitio así.

La comida estaba buenísima, tenían un montón de opciones sin gluten y los camareros muy atentos recomendándonos vinos. Suele estar lleno así que había que reservar. Nos gustó mucho

Restaurante céntrico situado en la zona de la catedral. El local a pesar de no ser muy grande,está decorado con muy buen gusto y han sabido aprovechar muy bien los espacios. Disponen de una terraza muy agradable. Puedes picar algo,comer,cenar e incluso tomarte una copa. Cocina creativa con buen producto y bien ejecutado. Cubertería y cristalería de calidad. Tienen un gran vinoteca que abarca todos los precios y para todos los gustos. Son ya bastante veces las que hemos ido y siempre hemos salido muy satisfechos. El servicio es rápido,amable y atento. Muy buena relación calidad precio

Lechazo del manix, puede ser, pero de nada vale si lo traes de donde sea si aquí lo cocinas mal. Seco e insípido (adjunto foto) . El resto de comida estaba rica, el pollo bueno. Camarero con gafas muy mal educado, altivo y descarado, con un trato bastante malo por lo que mala experiencia en el servicio tanto nuestro como en las personas de alrededor, que compartimos opinión similares. Comimos: Cecina 2 croquetas 1 canelón de rabo Pincho lechazo Pincho pollo Pimientos de acompañamiento Carmelo rodero Precio: 143 € (2pax) Sobrepasado desde todo punto. No volvería en otra ocasión.