Gure Etxea

Local: está en una plaza céntrica. Tienen terraza con estufas para el invierno y espacio dentro. Servicio: personal muy majo y atento en todo momnento ️ Comida: bastante buena. La cantidad está bien por el precio. Precio: gastamos unos 23€ por persona comiendo: 3 pintxos, 3 raciones a compartir y dos platos principales. Variedad: tienen opciones veganas y vegetarianas. Destaca que tenían un pintxo de tortilla vegana. Mi opinión: es un buen sitio para comer, con algunas opciones veganas. En general la comida estaba muy bien.

Buen sitio para tomar algo en su magnífica terraza disfrutando de las vistas de la plaza del castillo. Buenos pinchos y buena atención.

La comida no estaba mal. Las croquetas de jamón están muy ricas y pedimos para comer carrilleras y chipirones. Ahora, el servicio fue horrible. Una de las camareras solo sabía decir que yo no sé nada, la otra estaba encargándose sola de toda la terraza...y le decimos al dueño a ver si nos pueden sacar la bebida y nos monta bronca echandonos en cara que nosotros estamos de fiesta y el trabajando... Hay cosas que no son de recibo... Aclaración ante la respuesta del dueño. Nos sentamos a tomar algo a la 13:10. Pedimos dos croquetas, y como las sacaban en pack de 2, nos sacaron 4. Explicamos la confusión y se llevaron 2 croquetas, pero nos cobraron 4. Pedimos la comida a la 13:30 más o menos, dos platos y una caña. A la media hora habíamos pedido 4 veces que nos sacaran la caña. La camarera a la tercera dijo que sí sí, que la veía ya en la barra... Gente que llegó después estaban servidos antes que nosotros, y como reclamamos de nuevo la bebida, el dueño empezó a contestar mal a su camarera, que es por lo que mi pareja se levantó a hablar con él. El dueño de buenas a primeras empezó a contestar de malas maneras, y dijo que nos sacaba la cuenta, que el estaba trabajando y nosotros de vacaciones, etc... pedimos la cuenta pero nos trajeron la comida... Al final comimos porque nos la iban a cobrar igualmente y para no tener más discusiones, eso sí, encima del mal rato pagamos de más.

No opino de tema restaurante, solo de tema sobremesa. Aunque tardaron un poquito en servir e incluso lo hicieron antes con algun@s que llegaron más tarde, pues no le dimos mayor importancia porque a los sitios hay que ir sin prisa y a disfrutar. Un pequeño pero, que no tengan Ginebra Seagrans. Un gran olé, el mejor cubata que me he tomado en tiempos. Cantidades perfectas y los hielos super macizos, que terminas la copa y todavía se mantienen, por tanto no se agua. A 8€, el cubata, bien.

Muy mal atendidos y mucha espera para pedir un refresco y una tapa.

Bar para turistas de buena cartera. Mostos 2,7 eurazos, un pintxo de tortilla o un par de croquetas 3, una ración de patatas fritas enana 8€, un bocadillo vegetal 9€. Tardaron unos 15 minutos en servir las patatas y las bebidas, 20 para un bocadillo y alguna de las raciones de croquetas, 30 minutos para dos pintxos de tortilla y las croquetas que faltaban. Hubo que preguntar dos veces e insistir. He leido reseñas en las que dicen lo mismo y responden con que "hay un orden" pero éramos la única mesa que había ocupada cuando llegamos. Esto NO es un bar, es un sitio para TURISTAS EXTRANJEROS y NO representa nada la cultura de un bar ni de un restaurante de Euskal Herria. Poco fuelle en la comida, nada especial. Sospecho que pertenece a algun ricachon alemán o similar... Mejor no vayais a ningun restaurante de la plaza porque son todos iguales.

Tienen pintxo de tortilla de patata vegana. Está muy muy rica. La recomiendo al 100% Para comer tienen varias opciones veganas. Cafe con leche de soja.... simplemente, sensacional. Es algo caro en relacion a otros, pero se nota la calidad de los productos.

Sufrimos la turistada en la comida de trabajo. Primero nos prometieron un menú de San Fermín semanas antes de la fecha y a escasos 4 dias nos dijeron no había, que teníamos que tirar de carta. Esto lo hicieron sabiendo que no había margen para encontrar otro sitio. Puedes llegar a pensar que comiendo de carta comeríamos bien pero nada más lejos de la realidad. La sepia horrible, la ensalada de acompañamiento sin aliñar, ponía que venía con patatas fritas y no las pusieron. La hamburguesa seca y super hecha. Un asco. Pedimos una copa de vino blanco y traen la botella entera alegando "ya os la beberéis". Sin cubitera y a 40º. La mesa... Cuatro mesas de terraza de plástico con unos manteles de papel "tirados" por ahí. Los vasos en una pila. Tardaron bastante en servir. Al final 50€ por comensal (copa incluida).