Hotel Chiqui Santander

Buen hotel ubicado cerca de la playa con buen sitio de aparcamiento. Cerca hay un parque con merendero con buenas vistas al mar. El hotel tiene un buen restaurante para tomar algo y el desayuno bastante completo con buena atención al cliente. El punto que menos me ha gustado es que está ubicado algo lejos del centro de la ciudad y no se dispone de transporte público para llegar más cómodo, pero con coche se llega en 10 minutos.

Toda nuestra experiencia fue muy placentera. Las camas son muy cómodas, la ducha tenía buena presión, las vistas son insuperables para Santander. La decoración de los pasillos es quizás un poco anticuada, pero las habitaciones son modernas y muy agradables. El restaurante además es muy bonito. La comida estaba deliciosa.

Las habitaciones estaban muy bien, pero había mucho ruido de niños en mi planta. Lo mejor fue la playa al lado del hotel en la cual se podía hacer surf y otras deportes acuáticos. La comida, sobre todo el buffet libre por la mañana estuvo genial.

Excelente hotel con unas vistas fabulosas. Servicio muy bueno, muy amables. El desayuno variado y reponen incluso bajando a última hora. Volveremos sin duda. Lo recomiendo. Muchas gracias por vuestra exquisita atención

Hemos estado muy a gusto. El personal de recepción ha sido muy amable. La situación del hotel nos ha parecido muy buena. Con el temporal que ha azotado la costa no hemos podido disfrutar de la playa que está justo delante del hotel, pero por lo demás fenomenal.

Fuimos a pasar 3 días a Santander, en el puente de diciembre. El personal es amable y respetuoso. El ambiente es tranquilo y elegante. Las habitaciones, en nuestro caso, daban a la playa, lo cual da muy buenas vistas. Estás mismas son de buen tamaño. El baño está bien, pero la ducha tendría que tener flexo, ya que no tienen y es un poco rollo ducharse. La ubicación está muy bien para ir a la playa, ya que justo está enfrente del hotel. Por otro lado, los puntos de interés están alejados, aún así los taxis tardan 6 minutos en llegar al centro. Sin duda un buen hotel para volver.

Sin duda volveremos a este hotel cuando volvamos a Santander. La ubicación es sencillamente la mejor, frente a la playa y más si solicitas una habitación con vistas, la nuestra tenía terraza y eran genial las vistas. La habitación tiene de todo, con su cafetera y un buen armario, una cama muy grande y muy cómoda. Y el desayuno buffet es genial con muchísimas opciones.

En general estuvo muy bien la estancia, buenas habitaciones, buena comida, buena ubicación, buena atención... Excepto por el recepcionista de la noche. Fui con varios niños y parece que a él no les gusta porque les acabó amenazando e insultando, además de presentarse en su habitación sin un responsable de los niños presentes y sin que el responsable lo supiera. Al poner la queja me pidieron disculpas en su nombre y en nombre del hotel.