Hotel Tres Reyes

Hemos estado alojados dos noches y es un hotel excelente. La relación calidad - precio es muy buena. Las habitaciones amplias y con vistas. Muy céntrico y tranquilo a la vez. El desayuno fantástico y un servicio muy atenta. Repetiremos!

Probablemente este hotel sea un emblema local, pero sus servicios están muy lejos de los que exige el sector turístico actual. El personal dice ser muy amable, y aparentemente lo son, pero como entremos en detalles y profundidades, encontrarás repetidas situaciones incómodas, y se nota un nivel de autocomplacencia peligroso para la mejora y la verdadera satisfacción del cliente.

No es por falta de detalles el mejor hotel de Pamplona ni de lejos ,ni un agua de cortesía en las habitaciones , ni un caramelo o bombón. Un solo botellín mínimo de gel para dos personas . Las mantas totalmente acrílicas ,nada agradables y con una gran carga de energía estática que te deriva micro descargas. Recepción una persona atendiendo y dos hablando entre ellos en vez de atender .Garaje con un acceso patético .

He estado alojada en el hotel durante dos noches. La habitación ubicada en la planta 8 era muy confortable, moderna y con bonitas vistas. El desayuno muy recomendable pero sobre todo quiero destacar la diligencia y el buen servicio del hotel en el envío de un objeto que había olvidado en la habitación. Muchas Gracias Cristina Rueda

Elegimos el hotel para una escapada en familia y un cumpleaños especial. Ubicación perfecta. Las habitaciones muy bien. La decepción fue el trato de parte del personal. Malentendido con la reserva de parking (una noche incluso nos mandaron a aparcar en un parking público), disgusto en desayuno (no habían advertido de turno para desayunar y nos invitaron a levantarnos sin que parte del grupo hubiera terminado... se supone que necesitaban mesas para otros clientes pero había varias de ellas vacías). Además, contestando de forma inadecuada, tratando de "tú" a mi padre y encarándose con él. Desde luego, creo que deberían plantearse mejorar la formación en cuanto al trato con el cliente. Las formas del restaurante La Cuchara de Martin, también decepcionantes. Un 10 para camarera del bar y una chica de recepción que incluso nos explicó lugares para ir a hacer deporte por l zona. Ellas si que tenían ganas de dejarnos buen sabor de boca. El resto, una pena. Siempre nos quedará Pamplona, a la que amamos.

Todo muy bien en general. Bien situado, tranquilo para descansar.;Tal vez un poco excesivo el precio del parking. |Moqueta negra pared baño, deja ver resto de polvo. Para baño igual es más higiénico otro tipo d material. |Cama y almohadas d varios tamaños, comodas.

Hotel excelentemente ubicado y con una calidad que sorprende. Desayuno perfecto y sin masificar. Habitación amplia, comoda y con lo servicios necesarios. Ubicado en zona centro y con restauración cercana. En mi caso, tuvimos un percance con la habitación pero lo resolvieron al momento. Buenos consejos también en Recepción para desplazamientos y gestión de taxi. Hotel para volver.

La ubicación es buena pero tienen un serio problema con el aire acondicionado que es inaceptable para estos precios y calidad de hotel. El A/C queda apagado durante el invierno, y no hay ni ventilación para que se renueve el aire. Si hace un poco de calor, te mueres de calor dentro de las habitaciones a lo que te sugieren que abras la ventana. Si haces eso pero dejas las cortinas cerradas, no pasa el aire. Si abres la cortina, el hotel tiene muchas luces apuntando a su propio frente que no te permiten dormir. En verano el A/C se prende y apaga todo el tiempo haciendo un ruido molesto que no te permite dormir. Debieran ya renovar sus equipos en lugar que los mismos no les permitan dormir a sus huéspedes. Si mencionas estos problemas a la recepción, lo reciben extremadamente mal, solo excusándose sin tratar ni un segundo de pensar en lo que les indicas. Han dejado de pensar en el cliente porque las empresas llevan a sus empleados allí y saben que tienen trabajo asegurado. Si esto cambiara, estoy seguro que debieran repensar en su estrategia para sobrevivir.