La Bechamel - Mejor Croqueta 2023

Toda la comida estuvo muy buena, especialmente la alcachofa crocante y las croquetas de buey. La atención fué buena. Los precios son algo elevados para la cantidad como las croquetas que son más bien pequeñas (aunque exquisitas) y sobre todo el pan (2,5 euros por muy poca cantidad). Aún así, merece la pena.

Pedimos el menú de S.Valentín (50€ PAX). Nos pareció poco una croqueta para cada uno por ese precio pero bueno.. entiendo que tienen fama. Debo decir que estaban templadas tirando a frías, y también otros platos nos hubieran gustado más calientes. La comida estaba buena pero para 50 € quizás fuera poca cantidad (además no se incluía el café ni el pan, que costaba 3 €) y no tan exquisita como se le supone a este lugar. Lo que más nos gustó fue el brócoli carbonara, que sí nos pareció exquisito. Hubiéramos agradecido, como en otros lugares hacen, que ya que es un menú tan especial, los camareros nos explicasen un poco el plato. Tuvimos a veces la sensación de que teníamos que comer con prisa. Sobre las croquetas, están buenas, pero las expectativas son tan altas que, para nuestro gusto, no se cumplen. En definitiva, no tan especial para lo que esperábamos por ese precio.

Buenísima opción para probar la mejor croqueta de España 2023 y la cocina más informal de Juan Monteagudo. Probamos las 3 croquetas que tenían y eran todas espectaculares. Muchas ganas de volver para probar toda la carta!

Fuimos a este lugar porque un día pasamos por la puerta y nos llamó la atención. Tienen platos diferentes y novedosos, aunque algo caros para la cantidad de comida. Pedimos unas croquetas de jamón, unos bollitos de chorizo (muy buenos), dados de atún y brioche de pollo (sabor bueno, pero el pan un poco torrado por arriba). Todo estaba bueno y tenían toques picantes. Lo que no nos gustó fue que nos pusieron en una mesa alta con unos taburetes demasiado altos y no es cómodo comer así, estando el restaurante vacío. También hacía bastante calor. Sin embargo, lo recomiendo para ir a comer algo diferente.

Mi pareja y yo fuimos anoche a cenar para una pequeña celebración. No pudimos elegir mejor el sitio!!! La comida: Las croquetas de jamón ibérico estaban muy buenas, pero las de pesto estaban de muerte... Increíbles! Los bollitos de chorizo de la Manchuela , impresionantes, suaves, con un sabor intenso y una textura ligera. Las setas con huevo... Para mí lo mejor sin ninguna duda, la textura de ese huevo espumoso... Nunca había probado algo parecido, sabor y textura suaves, muy cremoso, cantidad ideal. Pedimos también el taco de costilla, las gyozas y el Mantou de pato (esto último muy muy bueno también) Y de postre, Los frutos rojos flambeados, otra delicia gracias al toque ácido de la lima. El ambiente: Estuvimos solos, el local muy acogedor, limpio y una decoración bonita, por poner alguna pega, la música un pelín alta quizás.. El camarero: Muy educado, excelente servicio y amabilidad. Un 10 para ese chico. Nosotros volveremos sin ninguna duda!!!

Fui a cenar. Croquetas frías en el medio, aunque de sabor estén genial, estaban muy frías dentro y las gambas de cristal con Guacamole .. el aceite de las gambas fritas sabía muy fuerte a aceite pasado. Mantel sucio al llegar y olor desagradable. Y pedimos dos Alambras y las dos bastante calientes los tercios. Leo el resto de reseñas y parecen algunas mejores, yo la verdad es que esto es lo que viví junto a mi pareja. Aunque repito, el sabor de la Croquetas muy buena, aunque estuviera fría. Una pena que la experiencia fuera así

Nivel bastante bajo de lo que prometía. Croquetas bien de sabor y textura pero un rebozado muy aceitoso y nada crujiente(3x9€). Las setas con trufa y huevo muy normales sin nada que sorprenda. El brioche de pollo con pan frio sin pasar por plancha y con exceso de hierbabuena (13€). La focaccia que estaba fuera de carta lo mejor sin duda, aunque poco tamaño (16.50€), no informan del precio. Y por último la tarta de queso de las más insípidas que hemos probado. El servicio lento y además nos colocaron en mesas altas (no nos avisaron en la reserva) y habia 2 opciones: una mesa donde no entraban las piernas y otra junto a la puerta del baño. No repetiremos.

Fui a cenar con mi pareja por recomendación de unos amigos. La comida estaba exquisita. El ambiente era acogedor, y a pesar de que solo había un camarero para todo el comedor, el servicio fue rápido y muy bueno. No os podéis ir sin probar la croqueta de jamón y la tarta de queso. El único problema que tuvimos fue un error en la cuenta que solucionaron cuando se lo comentamos.