La Burbujería

Estábamos por la zona y buscamos restaurantes con buenas opiniones por la zona y nos apareció este, La Burbujeria, y viendo la carta y las opiniones de los clientes, nos animamos a pasar por allí. Nada más entrar nos encantó la decoración, un ambiente entre retro y vintage, pero también manteniendo la esencia de la zona donde está, pleno centro de Madrid. Pedimos 3 entrantes para compartir y un segundo plato tambien para compartir. Lo primero nos trajeron el pan, buenísimo!, hecho con masa madre, nos gustó tanto que nos llevamos lo que sobró para casa El primer entrante, “ajoblanco con torreznos y fresas”, increíble! No había probado nunca algo así, es tipo sopa y ese contraste de sabores estaba delicioso, si volvemos repetir sin duda. El segundo entrante, “BRAVAS”, pero en vez de ser patata era boniato, que es una especie de patata, pero de un color naranja y ligeramente dulce, que con el contraste de la salsa picante estaban exquisitas. El tercer entrante fue “tuétano de vaca” , ufff lo mejor! Sabor intenso, bien aliñado, se derretía en la boca. El último plato fue una “chuleta de vaca, madurada 24 meses”, súper sabor intenso y en su punto, no era muy grande pero de máxima calidad. Y por último 2 postres, el primero lo pedimos nosotros, “tarta de queso” que era simplemente impresionante! de las mejores que he probado y el 2º nos lo regalaron para que lo probáramos, era “panacota de nata pero sin huevo”, y estaba de muerte! me quedé con las ganas , y además tuvieron el detalle de regalarnos una copa de champán a cada uno. Por supuesto el trato que recibimos fue inmejorable, estuvimos súper a gusto. Y todo por 94€ Volveremos!!

Recomendado♥️. La amabilidad de la camarera y el cocinero fue exquisita. La comida era mediterránea pero con un toque distinto. Comimos las alcachofas, la oreja a la plancha y la ensalada de jengibre y la verdad que todo delicioso. no le pongo 5 ⭐️ porque el baño estaba sucio y la verdad que creo que se podría mejorar la imagen..

Cena en día de diario de baja ocupación. Ambiente sosegado y decoración dominada por obra pictórica expuesta de naturaleza temporal. Dos camareras hoy muy amables, la de sala con muy buenas formas. Comida bien aderezada, buen género y elaboración casera, sin excentricidades. A la croqueta de boletus se le ha caído un poco hoy la masa 😉 pero sabe muy rica. Sobresaliente carta de vinos con opciones magníficas para todos los bolsillos. Para repetir en otra ocasión. Admiten amigos cánidos en zona de barra, con mesas y banquetas altas, donde se complacen en dar servicio de restaurante. Otro punto a favor.

Es nuestro restaurante favorito en madrid. El menú sorpresa que hacen una vez al mes es siempre espectacular, tanto en calidad como en precio. Además no pueden ser más agradables y acogedores. No nos cansaremos de repetir.

Apuesta segura sin dudarlo. Restaurante acogedor, personal amable y atento. La cocina espectacular, da igual que plato elijas porque son tan exquisitos que vas a acertar con cualquiera de ellos, es imposible describir el mimo y dedicación que lleva cada uno. Un ejemplo son las croquetas, impresionantes, no hay palabras.

Es la primera vez que vamos y la experiencia no pudo ser mejor. Fuimos sin reserva y nos acomodaron sin problema. La comida increíble. Cada plato es una fusión de sabores súper elaborados. Los tres que probamos estaban riquísimos. Y como no podía ser de otra manera, la atención es lo más. Un trato con una calidad humana superior.

El mejor descubrimiento en mucho tiempo. La cocina de este restaurante es exquisita, cocina mediterránea con toques fusion y siempre cuidando el producto. El chef Hernán, como su equipo se encargan de que tengas una experiencia increíble. Espero lo mejor para este restaurante que hace de las delicias de cualquiera.

Una gratísima sorpresa. Bienvenida excelente. Comida con el toque original del chef. Local original y tranquilo. Como los alcachofas, croquetas de carne a la Argentina, pierna de ciervo y sepia. Todo excelente