La Cueva Caprichosa

Lo visitamos el día de la madre así que por ser día especial tuvimos que esperar 1 hora por la mesa pero tanto la atención como la comida estuvo fantástica. Volveremos más tranquilos pero de 10 todo!

Sitio súper chulo, el restaurante está dentro de una cueva, ideal para esa cena romántica de las vacaciones. Cuando estas llegando parece que no hay nada, porque hay un patio con gallinas, pero según te acercas ves la entrada y ahí empieza la experiencia de este restaurante. Entras a la cueva por un pasillo hasta que te encuentras el restaurante, bajas unas escaleras hacia el comedor y descubres que el sitio que parecía pequeño es enorme. Es un restaurante especializado en carne y tienen un vino dulce propio que está muy bueno y es barato. En nuestro caso comimos queso asado con mojos y mermeladas y la única queja por mi parte, ya que el queso era algo insípido. Además comimos el timbal de pulpo y la hamburguesa, la cual era de un gran tamaño

Nos llamaba la atención que el restaurante estuviera situado en una cueva, es muy acogedor y diferente. Tiene un gran aparcamiento que es de agradecer. En cuanto a la comida de lo que pedimos destacamos los huevos gomeros, buenísimos. La parrillada para 2 que pedimos no nos pareció nada de otro mundo pero estaba buena y gran cantidad de comida. El trato fue muy bueno. Algo que no nos gustó fue que en la cuenta sumaron 'servicio' y no estaba indicado en ningún lado, pero a pesar de eso salimos con buen sabor de boca del restaurante.

La comida súper buena, el personal muy atento. El sitio muy bonito. La única pega que podría ponerle es que se demoró bastante la comida. De resto todo bien.

Crecí junto al local y siempre iba con mi familia. Con el paso de los años siempre que he vuelto he pensado lo mismo: pierde calidad y autenticidad. Esta última vez me reafirmo. Pan bao de pata asada seca, timbal de pulpo que resulta ser una ensalada con más lechuga que pulpo...una pena. No creo que repita en mucho tiempo. El personal bien aunque destacó la amabilidad del camarero latino.

El lugar está increíble de visitar por ser una cueva. La comida está rica, lo que en algunos platos la cantidad me parecía escasa para el precio que tenían pero su presentación era muy buena. El servicio del diez, muy atentos.

Comimos muy bien, éramos 8 personas y fuimos sin reserva, no tuvimos apenas que esperar. La atenía muy atenta y la comida muy bien todo lo que probamos, las croquetas de morcilla y de pollo super ricas. La ensaladilla con salmón para mi fue lo que menos me sorprendió.. el timbal de batata si que me gustó mucho, los huevos estrellados muy ricos, y la parrillada también! Muy original servida. Calidad/precio super bien! Hay aparcamientos y el sitio es original en una cueva.

Ambiente genial, trato y servicio de 10, hay que decir que llegamos muy pronto. El pastel de batata sin pena ni gloria pero el vino y los huevos gomeros espectaculares. Para repetir!