Lillas Pastia

Marco incomparable y edificio histórico digno de visitar. Los fogones de LILLAS PASTIA nunca defraudan. Hace 14 años estuve aquí y hoy, de nuevo, hemos podido disfrutar tanto de su menú cerrado como a la carta. Riquísimo, muy bien maridado con vinos de toda España y del extranjero. Una experiencia gastronómica que tienes que degustar si estás cerca de Huesca. El precio, inmejorable para una estrella Michelín que siguen conservando desde hace más de 20 años, te permite adentrarte en el producto local y autóctono del Alto Aragón y sobre todo a la trufa de Graus. Volveremos seguro! Larga vida al LILLAS!

En nuestro viaje a Huesca disfrutamos de una fabulosa cena en este restaurante premiado con estrella michelín. De beber opte por una copa de vino blanco dulzón. Y para comer optamos por su menú degustacion llamado menú lillas. Este menú contiene muchísimos platos y es muy saciante a la vez que relación calidad precio me parece de lo mejor. De primero nos trajeron su bande de aperitivos que contenia un macaron de mantequilla de trufa y un bombon de perdiz que fue mi preferido. Antes de traernos más platos nos trajeron un surtido de planes muy generosos con 3 intensidades. Seguidamente nos trajeron su crema de cebolla hipersabrosa con muchos sabores, su royal de alcachofa con jamón y cítrico, yo que no soy fan de la alcachofa me parecio muy suave y me encanto. El siguiente plato llevaba ravioli de queso meleses, unami y wakane, su plato con sabor más intenso y peculiar, pero que disfrutamos con gran expectativa. Nuestros platos favoritos fueron su canelon de brandada de bacalao con royal de azafrán y su arroz cremoso de trufa. Sin duda platos que volvería a este restaurante sólo por experimentarlo otra vez. El menú sigue con la ventresca de atun con ajo negro y yuzu que no fue mi favorito por la cocion del atún. Seguido de su rabo de toro glaseado acompañado de patatas y apio. Este plato me pareció muy top ya que el rabo de toro estaba hipermeloso y la carne se despegaba del hueso con una facilidad increíble. A este punto del menú ya nos encontrábamos llenos y todavía quedaban los postres. El primer postre que llegó fue esta frambuesa con yogur y queso que era muy ligero y nos permitió comer un poco más. Y su segundo postre fue esta panacotta trufada recubierta por chocolate fundido, sin duda una mezcla de sabores súper interesante y deliciosa. Por último nos trajeron una copa con minifours/bocaditos. Sin duda toda una experiencia y lugar recomendadisimo en esta ciudad de huesca.

Ibamos a por el menú degustación pero al final acabamos tirando de carta y fue una muy buena elección, todos los platoa deliciosos (la libre royal no fue tanto de mi gusto pero por el fuerte sabor, el plato estaba bien). Y la sugerencia de vino fue un acierto también

El emblemático edificio del casino alberga este notable restaurante de reputación merecida. Hemos cenado en el Lilas Pastia y ha sido una experiencia suculenta. Sin pretensiones ni más florituras de las necesarias se presenta una cocina de autor donde los platos se elaboran con alimentos de temporada y productos de alta calidad. A destacar: - Los entrantes: bombón de paté y macarrón de mantequilla trufada. Interesantes y armónicos sabores. - Los guisantes a la menta con sobrasada me dejaron sin palabras. Espectaculares lo mejor! - la sopa se cebolla riquísima. - el lingote de alcachofas bueno. - el canelón de brandada de bacalao muy bueno. - el risoto con trufa mi plato estrella tras los guisantes. - el pescado y el rabo de toro tb buenos Servicio amable y profesional Lugar modernista precioso

Nos ha encantado la propuesta gastronómica de Lillas Pastia. Hemos disfrutado del menú degustación con maridaje. Creo que es fundamental en caso de pedir el menú degustación hacerlo con el maridaje. Experiencia completa espectacular. Muy muy muy recomendable. El servicio top y el menú impresionante. El maridaje merece mención especial. ESPECTACULAR. Alguno de los vinos que hemos podido disfrutar no son nada habituales y son perfectos para la propuesta culinaria encima de la mesa en ese instante. Habíamos leído y oído hablar mucho de Lillas Pastia y hoy hemos podido confirmar todas las referencias con las que llegábamos. Fantástica propuesta gastronómica. 5 estrellas muy merecidas. Volveremos en época de trufa.

Todo perfecto! Le pongo un 10. Todos los platos exquisitos, el restaurante muy agradable y buenos camareros.

Todo muy bien, super recomendable, los chicos de sala muy profesionales. Estamos de ruta gastronomica por España, y de momento lo hemos colocada entre los dos primeros entre, Sabores (Logroño) y Lillas Pastia (Huesca)

Muy buena experiencia, fantástica, si tengo que destacar algo, seria los fondos de los platos, espectaculares , y el postre de albaca, el mejor postre que he probado hasta la fecha, y si tengo que poner un pero, sería al arroz meloso con trufa un poquito pasado y muy plano, pero por poner un pero….. Felicidades a todo el equipo Muy muy recomendable