niMÚ Azotea

Sitio espectacular en Leon para comer o cenar, unas vistas increibles desde la terraza que es un decimo piso. Pedimos los nigiri de huevo que estaban impresionantes, los mejores que hemos comido en muchos sitios, la tortilla estaba super cremosa y para terminar unas chuletillas de coneja que estaban increibles. De postre pedimos unas bolas de arroz con leche deliciosas tambien. Un 10 de sitio.

Es la 2 vez que voy y, de nuevo, quede muy contenta. La atención y el trato del personal fue fantástico. La comida estaba súper rica y muy sabrosa. Las vistas son preciosas. Súper recomendable.

Comida rica y correcta. Las croquetas son las croquetas típicas que te podrías comer en cualquier otro bar, si bien la ración es generosa. Los nigiris de trufa estaban súper buenos, me sorprendieron para bien. El arroz de setas estaba correcto. Los canelones estaban buenos pero la salsa de queso mataba en exceso el sabor de la carne y la reducción que venía con ellos le faltaba sabor. Los postres ricos. Creo que se pone más en valor las vistas que ofrece el restaurante a cambio de perder algo de intensidad en la comida.

Pese a que en relación calidad-precio me hubiera quedado en 4 estrellas, la quinta estrella es merecida por su predisposición, buen trato y servicio. Volveremos.

Excelentes vistas desde la terraza. Buen servicio. Y te dejan subir, no como otros sitios que tienes que reservar como El Camarote, éstos muy desagradables

Una cena estupenda. Muy amables. El restaurante es muy acogedor.

Restaurante situado en el ático del hotel Barceló desde el cual se aprecian unas vistas espectaculares de León. Productos de calidad cocinados a la perfección. Espectaculares primeros a pesar de su sencillez: croquetas, ensaladilla de salmón, enslada de burrata. Segundos para no olvidar: solomillo a la sal exquisito y canelones de cordero. Por último, postres que dejan buen sabor de boca: coulant con helado, flan de clara y una pecera de múltiples sabores. Pero, lo mejor las vistas desde la mesa a la mismísima catedral. Para no olvidar.

Buen local, buen servicio y unas vistas excepcionales. Se come bien, para picar con comida moderna. Platos curiosos y bien elaborados. Todo hay que pagarlo y los precios son altos, pero merece la pena probarlo de vez en cuando. Recomendable aunque sea para tomar un café o copa. He vuelto a comer hoy y ha estado excepcional, el trato, el servicio, la limpieza, el personal y una comida familiar fabulosa. Hemos salido encantados. Sin duda la calidad-precio es muy buena.