Paquita Mariví Gastrobar

Establecimiento muy interesante de Burgos. Lleno de ambiente, música y, sobre todo, comida de calidad. El producto es delicioso con una presentación igual de buena. Te atienden con diligencia y amabilidad en todo momento. Quizá el precio sea un punto a mejorar. Podría ser más competitivo por las raciones que ofrece que, dado el precio, no son tan abundantes. De resto, fenomenal.

¿Comer las mejores bravas del mundo? Íbamos con esa idea. El local es muy bonito, parece un bar de fiesta donde te sirven comida no se sabe muy bien por qué... El precio es excesivo, quizá por el título que tienen sus patatas bravas o por estar tomando un cóctel de colores. Las patatas lo único gracioso que tienen es que llevan guindilla y pican. Algunas patatas( las grandes) estaban duras sin hacer del todo. De sabor están buenas, pero vamos...que lo normal de unas bravas. Esperabamos mucho más para haber conseguido ser las mejores del mundo No te ponen ni una rodaja de pan para empujar

Lo mismo te tomas una caña, que un picoteo, comes o cenas de maravilla y sobre todo... Te tomas los MEJORES cócteles de la ciudad. La comida es sensacional, el servicio muy atento, el local está muy bien y la coctelería (con Max al frente) es un auténtico lujo. Y todo esto, con una relación calidad-precio absolutamente adecuada. Visita imprescindible

Sitio precioso para tomar unas cervezas con unas buenas bravas, de las mejores que he probado en mi vida, muy recomendables. Destacar que tienen Alhambra de barril (roja y especial) y la tarta de queso fue deliciosa también. Los camareros unos artistas de verdad, agradables y muy rápidos. Genial!

Nos encantó. Fuimos estas navidades a comer un grupo de amigos. El ambiente es genial, serio y divertido a la vez, con música animada que no molesta para hablar porque hay muy buena acústica. La comida deliciosa, una carta cortita y muy bien elegida. Todo estuvo bueno en general, pero las albóndigas de potro y el costillar de solomillo para dar palmas. Para rematar unos cócteles de autor riquísimos.

Sorprende un local de estas características en una pequeña ciudad. Para comenzar una amabilidad del portero que no es habitual en este sector. La atención y profesionalidad de la camarera de Puerto Rico está a otro nivel. Vuelves, simplemente vuelves una y otra vez por dicha atención. Respecto al local muy elegante, tendiendo en cuenta todos los detalles. Incluso cuando vas al baño escuchas un hilo musical con chistes (a mí me tocó Chiquito de la Calzada). Y las copas a un precio razonable (7,50 € el Ponche Caballero, 8,50 € el ron Arehucas Oro, 3,50 € la Alhambra Reserva). Y disponen de Wifi. Un local de visita obligada para todos aquellos que van a Burgos.

Muy recomendable, Al entrar nos sorprendió que nos acomodaron, si no hay hueco esperas, está muy bien por que así no se masifica y disfrutas del ambiente del local. Fuimos a probar las mejores bravas que han ganado premio, la primera que probé dije hum.... sosas, pero según iba comiendo se queda en la boca un sabor y un picor que te engancha, nos gusto mucho, estábamos cerca del barman y le vimos preparar cócteles, es un espectáculo verle. Así que volveremos para probar la carta y algún coctel

Nos ha sorprendido gratamente la variedad de platos que hay, la calidad del producto, el buen hacer de cocina y su creatividad así como el servicio tan eficiente y agradable. Nos atendió Monse con toda su amabilidad y nos hizo sentirnos como en casa. Muchas gracias. Ya tenemos otro local más en nuestra lista preferente. Volveremos, sin duda. Los cócteles son también una delicia donde se nota la mano maestra que los prepara.