Restaurant Palau del Baró

Es la segunda vez que venimos, pero esta vez hemos probado la terraza y lo hemos disfrutado muchísimo. La terraza es genial, se está fresco, rodeados de plantas, a la sombra y con una música que te transporta a lugares felices, tranquilos y llenos de recuerdos. La comida, fantástica. Hemos probado “El Menú del Baró”, muy completo, con especialidades del delta del Ebro. Hay platos infantiles para los más pequeños, quizás demasiado abundantes, así que los peques no se quedarán con hambre. Si viajáis con peludos, en la terraza (qué está en el primer piso, oculta a la calle) son bienvenidos. No ha sido nuestra primera visita, y seguro que no será la última.

Lugar precioso por el edificio en que está y su decoración. Cenamos de carta y nos atendieron estupendamente. Pude probar las ostras, pedir arroz del Delta del Ebro y unas croquetas buenísimas. Resultó buena elección para celebrar mi cumpleaños.

Pues la critica no va a ser buena. Llegamos a las 14h con reserva. Pedimos la bebida, que la sirvieron pronto y entrantes, calamares y croquetas, que llegaron a la media hora y la comida de cada comensal. Luego para comer, paella, fideuá, calamar con habas, pato, cordero y entrecot (todo esto llegó a cuenta gotas desde las 14 que pedimos hasta las 15 50 con lo que comimos por partes cada comensal. Faltó atención, profesionalidad ( no había cucharas, no había pan, nos plantaron la paella en medio de la mesa con los restos en lugar de repartirla completa o poner el resto en un platito... La verdad, entre soso, poca cantidad y todo a destiempo no salimos nada contentos...

El palacio es un precioso edificio que antaño palacio se ha reconvertido hace ya años en restaurante. Conserva gran parte de la decoración original de paredes, puertas y muebles. Tiene una bonita terraza y salas independientes que dan privacidad a los comensales. Probamos el menú del baró por 28 eur. Los entrantes bien, y además plato principal a escoger entre bacalao y confit de pato. El bacalao estaba bien, pero el confit y las patatas de acompañamiento estaban reseco y faltos de jugosidad. Que hubiera dicho un francés al probarlo? Sus gritos de descontento se oirian desde París. Ese plato hay que mejorarlo o eliminarlo de la carta. No vale un plato recalentado y reseco en un sitio tan bonito y especial.

No puedo decir nada positivo.un menú de 30€ q no sería ni 10€ La fideuá sin sabor ni gambas ni nada d enfada tube q pedir alioli y pan .en el encuentro es un menú de10€ y la fideuá le da mil vueltas. Tardaron mucho en servir cuando unos acabaron el segundo otros no tenían ni el primero.de postre solo tenían helado.y la camera encima enfadada.si estuviera a tope el restaurante la entendería.pero solo habían 3 mesas.una lástima lo bonito del lugar con la mala calidad.pensaba hacer mi boda allí pero me alegro haber ido ahora

Todas las mejores cosas pasan por casualidad! Efectivamente, descubrimos este magnífico restaurante pasando por la calle sin ningún rumbo. Cuando subimos arriba nos encantaron esas salas, todas de diferentes colores. Pedimos un menú (25€) por persona y todo era muy rico! También tienen terraza interior muy bonita, pero en invierno hace frío. RECOMIENDO 100%.

Hay q valorar las buenas formas de los profesionales q nos atendieron. Del resto decir q la relación calidad precio de lo q nos pedimos (no pedimos arroz), no esta ajustada. La carta no es muy variada y creo que se podria mejorar. El patio exterior es bonito y agradable.

Restaurante que tiene distintos menús, de 20€ a 35€.Nosotros hicimos el menú de arroces de 25€, el primer plato consta de ensalada de queso de Cabra, dos croquetas y pan con jamón, patatas bravas, de segundo paella de arroz a elegir y postres. Hay una terraza muy tranquila. El personal es amable.