Restaurante María Maruka

El sitio está bien situado, una buena terraza junto a un parque. El camarero que nos atendió la verdad que bastante majo. Pero la cocina tardo mucho. La comida... Pues la verdad que un poco floja... No es caro, pero las cantidades son de dieta.... Pedimos varias cosas y algunas nos las sirvieron frías por no decir congeladas... Pero amablemente nos las cambiaron. Pedimos unas patatas bravas, las conté y eran 7 gajos... Si las juntas no salía una patata entera. Por último unos noodles con atún.. atún no sé si sería (si me dicen que es carpa me lo creo), pero ni sabía atún ni estaba bien cocinado, unos trozos quemados y otros crudos. En general está bien para tomar algo en la terraza pero no como para pegarte una buena cena o comida.

Estuvimos comiendo 11 amigas el pasado sábado y la verdad es que salimos muy contentas. Calidad-precio muy bueno. Salimos a 33 euros y comimos bastante aparte de los vinos que también bebímos. El único plato que no gustó en general fueron los mejillones, tenían una salsa rara de sabor de queso y coco que no pega mucho con los mejillones. El resto de platos que fueron bastantes todo muy bueno. Destacar las rocas de bacalao. Originales de aspecto y riquísimas. Volvería a comer sin dudarlo.

He ido dos veces. La primera tardaron en servir un montón de tiempo la comida incluso varios clientes se fueron del tiempo que tardaron. El cachopo estaba rico y decidimos volver otro día pese a la demora. Pero la última experiencia horrible. La comida fatal y pobre las raciones, el tataki de atún parecía sinceramente solomillo de lo pasado que estaba. Tardaron 45 min en traernos la cuenta y encima pedimos si puede hacer dos cuentas de 35€ aprox cada una y el camarero nos respondió de forma agresiva y chulesca que si no sabemos hacer bizum que nos enseña…. Sinceramente no creo que vuelva por la falta de respeto.

Bastante decepcionante, y eso que veníamos sobre aviso, después de leer varias reseñas. Carta aceptable, pero un servicio pésimamente organizado. No puedes llenar la terraza de mesas si no tienes capacidad de cocinar. Sigo esperando mi plato después de más 1h30m de haberlo pedido.

La comida estuvo bien en general. Nada del otro mundo pero aceptable. El servicio fue horrible, tardando una barbaridad entre platos, el pan lo trajeron con el postre prácticamente, etc......El sitio está bien

Terraza que sorprende en el centro de Getafe, por ser como un oasis que no esperas entre los edificios. Puedes tomar raciones, copas o cervezas. Nosotros fuimos a tomar una copa, y no me sentó muy bien, me debió pillar mal el cuerpo. Para tomar algo esta bien por el sitio pero no esperes grandes sorpresas.

Fuimos a comer ayer domingo con reserva, pedimos para los niños primero y lo trajeron muy rápido la verdad. El problema vino con el resto de comida, pedimos de entrada brandada de bacalao que estaba muy rica y torreznos que estaban aceptables, llenos de aceite. Cuando pedimos los principales, traen uno de ellos con la mitad del plato porque no trajeron la guarnición, y me dicen que mi plato estaba agotado, no se habían dado cuenta, miro y pido otra cosa, a los 5min viene que tampoco, vuelvo a mirar la carta y unos 15min levantando mano para que me tomase nota, ya mi mesa con la comida terminada, yo ya estaba un poco cansada....y me pido una tapa porque ni hambre ya, media de ensaladilla que era cangrejo con mahonesa, nada recomendable. Los niños van pedir los postres y para nuestra sorpresa tampoco tenían la tarta que querían. No es entendible que un restaurante un domingo a las 2.30 de la tarde no tengan género y si por circunstancias no hay género se avisa a los clientes pero aquí se veía que no sabía ni lo que tenían. Mala experiencia y no lo recomiendo.

El nuevo restaurante del Grupo de la Verbena y como en el resto comida bastante regulera para los precios que tiene. La atención de las camareras deja bastante que desear. Carta de vinos con clásicos con precios un poco algo parq ser Getafe y con la mitad de la carta sin stock. La sonoridad del restaurante es LAMENTABLE, había solo 4 mesas cenando y tuvimos que estar a gritos las 4 personas que cenamos. Volveremos a darle una oportunidad en la gran terraza que tiene, comer dentro es una locura.